jueves, 29 de abril de 2010

Crónica del Doctor Morandeira

"Anoche, ni el súper jefe Jong con todo su poderío económico, su impresionante despliegue económico y humano, y su manifiesta buena voluntad al frente de su gabinete de crisis al completo, pudieron ayudarnos. La bajada del Annapurna se convirtió al final en una retirada descontrolada en la que tras casi 24 horas de esfuerzos interrumpidos a mas de 7.000 metros de altura, cada uno de los participantes no podía hacer mucho más que pelear hasta la extenuación por su propia vida. Uno es ya perro muy viejo y cuando vi que la llegada a la cima se desarrollo entre las 15 y las 16 horas habiendo salido del Campo IV a las 2:00h de ese mismo día, la preocupación empezó a dominarme, muy por encima del sentimiento de alegría que nos producía el ver como TODOS alcanzaban la cima. Demasiado tarde, demasiado lento, demasiado esfuerzo, en una montaña temible en la que los descensos suelen convertirse en épicos. Una montaña que nunca me ha gustado, ni me gusta técnicamente hablando. Un montaño inmenso que obliga a largos rodeos desplazamientos y recorridos. Una montaña que se cae a trazos en medio de un maremagnun de seracs, caídas de rocas y avalanchas sin cuento. Una montaña en la que uno no depende de si mismo, si no de los desatados elementos.

Ayer, la tarde noche fue terrible, mientras poco a poco, los ascensionistas iban llegando destrozados al Campo IV en historias personales de supervivencia increíbles: los Coreanos como Miss Oh, al borde de la extenuación,; los dos rusos con ayuda y edematosos; los demás tocados en mayor o menor grado, menos Jorge Egocheaga y Martín Ramos que parecen de otra galaxia y bajaran hasta el Campo II ayudando a un sherpa con edema cerebral; los nuestros, destrozados. Juanito, Carlos y el sherpa Dawa llegaban a las 24h al límite de sus fuerzas con congelaciones y alteraciones en la visión. Tolo y el sherpa Sonan, los mas jóvenes, no lograban llegar y se vieron forzados a un vivac a 7. 300 metros. Nadie en el campo IV parece estar con fuerzas para ayudarles. Desde el campo Base estamos organizando la operación de rescate y si no salen por sus medios los sacaremos. Quemando todo el enhebro que hay en este monte para ganarnos el favor de los dioses desde luego. Pero los vamos a sacar, a Tolo, su sherpa y a todos los del campo IV.

En eso estamos."


http://red.barrabes.com/grupossm/blogs

5 comentarios:

Ramón dijo...

Se puede decir más alto pero no más claro.

jorgenagore dijo...

Me quito el sombrero ante el doctor Morandeira. Un abrazo y mi admiración hacia todas las personas que han intentando sacar a Tolo de allí y no han dicho una palabra hueca más alta que la otra.

José dijo...

El desgraciado fallecimiento de Tolo lo ha inundado todo,y no nos deja ver otra realidad, que dos montañeros a la antigua usanza,en espíritu y en formas, Martín y Jorge, han podido con los "profesionales" de la montaña.
El Doctor Morandeira lo dice muy claro: "parecen de otra galaxia".

Anónimo dijo...

La montaña es grande, dura y hermosa como los montañeros que a ella van y que algunos en ella se quedan. los profesionales cada vez parecen menos montañeros y mas profesionales y el autentico espiritu de la montaña solo queda para los galacticos

Anónimo dijo...

jorgenagore, no entendía al principio vuestro comentario, pero ahora veo que es totalmente acertado. Lo comparto por completo.